miércoles, 25 de mayo de 2011

DESTINO



Este video que me envió mi amiga Ceci me pareció importante:



Puede plantearse un determinismo cibernético (quizá esté loco) y la obligatoriedad implícita de un aprendizaje-desaprendizaje (toyotismo). Libertad y destino se encuentran, “ante lo distinto no nos escapamos”, el destino puede ser cósmico (impostergable), genérico (fenotipo, disposiciones), cultural (lo que da la conformación sistémica de interrelaciones, entorno y destino) o circunstancial (coyuntural), y en cada una de ellas nos comprometemos a decidir, incluso si entramos en encrucijadas, en términos de microcosmos salimos avante ante esta dinámica desde el “apropiarse”, desde afrontar en términos de aguantar, o el de enfrentarse y rebelarse contra ella que tiende a ser viciosa, pero permite desarrollar capacidades conformando el devenir, y que nos hacen particularmente únicos.

Rollo May propone reconciliarse, pues permite generar creatividad bajo una percepción de actitud emancipadora, también Adler menciona que “creatividad es compensación del trauma primitivo” y que en fin connota evocar una naturaleza de afrontamiento.

Fernando Savater me deja sin palabras: “…no somos libres de elegir lo que nos pasa… sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo…”.




Luis me hizo conocer una carta del Sr. Adolfo Pérez Esquivel -premio Nobel- a otro Sr. -Nobel también- diciéndole: “… quiero recordar a un místico y maestro… el Monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, el Sr. Tomás Merton, quien dice: La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.

Cuando siga existiendo una persona en la indigencia, tendremos bastante qué mejorar, y todos.

Emplear dignamente nuestras fuerzas, y elegir nuestro arte de hacer frente al destino, constructivamente por nuestras familias y la sociedad que queremos, respetando la justicia en el debido proceso (siempre habrá alguien que persiga lo digno), teniendo como directriz los derechos humanos, muchas veces tolerando, pero siempre de forma trascendente, será una gran vía y alternativa para nuestra libertad frente al destino.

“La libertad de cada uno de nosotros está en proporción con el grado con que afrontamos nuestro destino y vivimos en relación con él” J. P. Sartre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario