martes, 14 de junio de 2011

Valor natural. Mas allá del moralismo.




Charles Morris alguna vez indagó algunas concepciones importantes entre la cultura oriental y occidental, con lo cual propuso que se pueden percibir cinco dimensiones al respecto de las elecciones vitales:

  1. El valor de la participación en la vida responsable, auto-restringida si es necesario, que estima la permanencia de lo que el ser humano ha obtenido.
  1. El valor de una vida interior autosuficiente y de buena autopercepción, que deja de lado el control sobre situaciones y personas en procura de una comprensión de los demás y de sí mismo.
  1. El valor por superar los diferentes obstáculos que se presentan, lo que implica resolver problemas personales y sociales, así como lograr afrontamientos pertinentes y eficaces de los obstáculos.
  1. El valor por la receptividad a la naturaleza y las personas, en donde la fuente de inspiración del ser humano es ajena al sí mismo, y por lo tanto el ser humano se desarrolla.
  1. El valor por el placer sensitivo que permite una actitud libre a la vida y de apreciación a lo simple, además de un renunciamiento a los requerimientos del mundo.



El individuo empieza a ser ni más ni menos de lo que “es”, aunque ésto no necesariamente quiere decir que se desea avanzar, pero ahora sí existe una actitud exploratoria hacia su complejidad de forma aceptante, pues deviene una armonía “constructiva” que deja de lado la idea de los escépticos (hacer lo que les da la gana sin más ni más).
“…quién tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier como…” Nietzsche F.